La colaboración de la familia en el caso de un alumno TDAH es fundamental, ya que conforman el pilar básico del desarrollo del niño. Son de gran ayuda en su tratamiento e influyen de manera destacada en la vida escolar. Por eso, establecer una buena vía de información con los padres nos servirá de gran ayuda para lograr el éxito.
En lo que se refiere a la comunicación, es ideal mantener un contacto frecuente entre la familia, el centro y los profesores para compartir las opiniones, las reglas y estrategias que mejor funcionan. Establecer entrevistas periódicas que reúnan a los implicados nos resultará de gran ayuda, y nos permitirán ir manteniendo o modificando las decisiones que vamos tomando. Asimismo, los pofesores, mediante la agenda del alumno, podemos mantener una comunicación frecuente con los padres facilitando así el trabajo de ambos.
Desde casa, la familia nos presta una ayuda importantísima, ya que pueden actuar directamente sobre los aspectos más conflictivos: el control de la conducta, el desarrollo emocional, la autoestima, las relaciones sociales, el desarrollo de la autonomía personal, el trabajo en casa y la organización del tiempo.
Para que el niño aprenda a controlar las conductas inapropiadas, los padres deben seguir las mismas pautas que en la escuela: establecer normas claras y fácilmente entendibles; establecer un sistema de recompensas que supongan un refuerzo positivo, y a su vez dejar claras cuáles son las consecuencias que pueden derivarse de la no adecuación de la conducta; y enseñar al niño unas claves que le permitan desarrollar un mínimo nivel de autocontrol. Todas estas ideas ayudan a que nuestros alumnos poco a poco vayan modificando los apectos menos adecuados de su conducta.
En el desarrollo emocional y la autoestima, es importante que los padres traten de hacer uso de mensajes positivos, y que eviten los enfados en la medida de lo posible. Compartir actividades placenteras y de ocio que sean de su interés contribuye a mejorar la visión de uno mismo, ya que el niño se ve capaz de realizar cosas que le hacen disfrutar y minimizan el estrés que sienten a menudo.
En cuanto a las relaciones sociales, es conveniente que el niño pueda jugar y establecer un contacto frecuente con otros niños para incrementar sus habilidades a la hora de relacionarse con otros, pero siempre intentando que el juego sea de algún modo moderado, para que no se sobreestimule y produzca el efecto contrario.
El siguiente aspecto es realmente necesario: es vital que los padres se impliquen en la realización de las tareas en casa. Para llevarlas a cabo, es conveniente que el espacio destinado para ello sea adecuado a la necesidad del niño. Mantener un orden en el espacio de trabajo y tener a mano los materiales necesarios pueden facilitar la ejecución de estas tareas. Asimismo, es probable que los padres necesiten dosificar las tareas para que el trabajo resulte más sencillo y llevadero, gestionando siempre el tiempo que nos llevará realizarlo correctamente. Una vez que quede claro lo que hay que hacer, cómo y en cuánto tiempo, es aconsejable que se vaya proporcionando un cierto grado de autonomía para que el niño pueda sentirse algo más independiente a la hora de realizar las tareas.
Para poder gestionar el tiempo que se dedicará a la tarea, es de gran ayuda mantener una rutina diaria, estableciendo un horario que le permita al niño saber qué toca hacer en cada momento y qué es lo que viene a continuación. Aprenderá a ser más organizado y a controlar mejor el tiempo.
Por último, las familias pueden informarse sobre técnicas de actuación para el TDAH, para aprender a resolver conflictos derivados del estrés, el manejo de las frustraciones y cualquier otro aspecto que les sirva de ayuda. Desde la comunidad escolar se les puede recomendar asociaciones especializadas que puedan facilitar su labor.
Este breve resumen deja traslucir una realidad: si la familia está dispuesta a implicarse, los beneficios que el niño TDAH puede obtener son de un valor incalculable. Por eso es tan importante trabajar de manera coordinada y colaborativa: a través de los métodos de comunicación y las técnicas arriba mencionados, podemos conseguir que nuestros alumnos sean estudiantes, y a su vez, personas competentes.
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